¿Te has arrepentido de haber
dicho o hecho algo al sentirte muy enojado?, ¿has dicho algo de lo que te
has arrepentido pues te trajo consecuencias muy negativas?
Así actúa el enojo, primero hace
que uno se sienta bien por haberlo dejado salir y eventualmente nos hace sentir mal pues nos conduce a
hacer cosas sin pensar, por impulso y a medida de que las discusiones
se van tornando más fuertes, nos convertimos en personas irreconocibles que
buscan derrotar al otro a cualquier precio (aunque lo podamos herir).
Cuando nos dicen que aprendamos a
controlar nuestro enojo lo primero que podemos pensar es, "No dejaré que el otro se salga con la suya" "No tiene razón", "¿cómo lo dejaré salirse con la suya sin que sufra
las consecuencias?"
Sin embargo esto es un
pensamiento falso ¿quién dice que estás en una competencia? ¿cuál es tu
objetivo? ¿tener la razón siempre? Quizás vale más la pena no pelear aunque eso
signifique dejar de imponerle nuestra verdad a los demás. Vivir enojado y
peleando eleva los niveles de estrés y provoca enfermedades cardíacas pues hace
que nuestro corazón se esfuerce de más.
Esto no quiere decir que no
debamos decir lo que pensamos
es mejor ser honestos, el problema es que cuando
estamos enojados nuestra visión se nubla y toda la evidencia de lo que está sucediendo parece estar a nuestro favor, como si sólo TÚ pudieras tener la razón y esto no es
necesariamente verdad.
En otros casos, parece que cuando estamos enojados, lo que los demás hacen o dicen es para agredirnos por lo que nos es muy difícil negociar en el momento y aceptar nuestra
parte de responsabilidad. No podremos ponernos en el lugar del otro porque
estamos ocupados intentando defendernos de lo que creemos que es un ataque.
¿Cuál es el precio? el daño a nuestras
relaciones, su desgaste y el de nosotros mismos. Uno se va quedando solo pues
la gente nos tiene miedo, desagrado o no quiere estar con nosotros pues
lastimamos y herimos (justamente lo que sentimos que hacen los demás).
Qué hago si quiero cambiar esta
situación
1. Detener "lo automático" del enojo
Cuando el enojo aparece, atacamos
prácticamente de manera automática, por lo tanto tenemos que intentar calmarnos
antes de hacer algo. Cuando el pensamiento de “me están atacando” aparece, debemos
detectarlo e intentar modificarlo. Esa taquicardia que da, la sensación de
ponerse rojo, de que algo hierve de coraje al interior debe disminuir
(imagínate como una flama a la que le van reduciendo la intensidad), bájale el volumen
a la emoción ¿cómo? puedes intentar respirar profundamente, alejarte de la
fuente de enojo diciendo que en ese momento estás muy molesto y necesitas irte
(no te vayas sin decir nada, eso es detona más peleas y no deja que te alejes para recuperar la calma). Una vez quela emoción haya bajado de intensidad hay que preguntarse ¿realmente me están atacando? ¿qué otra
posibilidad hay? intenta entender la posición del otro, quizás esté teniendo un
mal día, esto no tiene nada que ver contigo así que no lo sientas como una ofensa
personal. Algo muy importante es DEJAR DE DECIRTE A TI MISMO PENSAMIENTOS QUE TE ENOJAN, DEJA DE VER LO NEGATIVO y pregúntate qué es lo que está pasando lo más objetivamente posible.
2. Convéncete que SIEMPRE tienes la
alternativa de no explotar, está en tus manos...no te des permiso de herir al otro
cuando no quieres hacerlo en realidad. Saca de tu cabeza que hay que “castigar”
a otros...te garantizo que aunque explotes la otra persona NO cambiará en nada,
solamente desarrollará miedo de ti y querrá alejarse de ti. Piénsalo ¿quién querría
estar con una persona que explota y hiere frecuentemente?
3. Cómo responder.
Una vez que estás más calmado,
trata de responder SIN atacar, quizás sea cierto que te están atacando, pero
date la oportunidad de ser diferente a esa persona, no caigas en su juego,
simplemente déjalo pasar (olvida eso de que uno gana y otro pierde, en la vida
eso es algo MUY falso).
Si eliges contestar:
1. Describe de manera objetiva
exactamente qué es lo que te está molestando SIN exagerar, por ejemplo, si
alguien llegar tarde constantemente puedes decirle algo como: “me molesta que llegues
tarde, esto ha pasado ya 3 veces en esta semana”.
2. Debes expresar qué es lo que
esto te hace sentir, no acuses, simplemente identifica qué es lo que estás
sintiendo y sé específico en cuanto a lo que esperas que la otra persona haga,
por ejemplo “me gustaría que te des cuenta que para mí es importante que
llegues a tiempo y hagas lo posible por no retrasarte”.
3. Y finalmente hazle saber al
otro acerca lo que sucederá si esa conducta molesta continúa, NO AMENACES, hazle ver al otro que sus actos tienen
consecuencias: “sabes que tengo muchas ganas de verte pero también tengo muchas
cosas qué hacer por lo que la próxima vez sólo te esperaré 15 minutos y después
me iré para poder seguir con mis pendientes”. Lo importante de esto es que CUMPLAS
lo que dices, así podrás demostrarle al otro que trataste de ser comprensivo,
pero también tienes sentimientos y derechos que deben ser respetados.
Si no lo pones en práctica no
sabrás si funciona, trata de ser más claro contigo y con los demás, esto
mejorará enormemente tus relaciones y disminuirá ese enojo que parece que se te
sale de control. Tú fabricas el enojo, por lo tanto, tú tienes la posibilidad
de regular su intensidad y dirección.
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