miércoles, 27 de marzo de 2013

Hábitos...y vacaciones



En esta época en la que nos atrevemos a romper nuestra rutina diaria de levantarnos temprano, ir a la escuela o al trabajo y dormir relativamente temprano, es muy importante tener en cuenta que estamos modificando nuestra costumbre y esto tiene ciertas ventajas y desventajas...¿te ha pasado que después de unas vacaciones cortas (como la Semana Santa) tienes la sensación de estar igual o incluso más cansad@ que antes? ¿Tenías la ilusión de que estos días libres te ayudarían a recuperarte después de una temporada de estrés o mucha actividad y no fue así?



Bueno, hay que ubicar qué es lo que pasó...empecemos por decir qué es un hábito. Estos son todas esas conductas que ya tienes automatizadas, las haces casi de forma inmediata, esto es muy claro cuando pensamos en que un hábito es conducir un auto, levantarte a determinada hora, acostarte a determinada hora, es algo rutinario que haces siempre de la misma manera.

Ahora cuando llegan las vacaciones lo primero que hacemos es dormir más, comer más, tal vez hacer menos (menos actividad), esto tiene sus ventajas y desventajas. Hay que ser muy claros, si tu cuerpo necesita más horas de sueño, como el promedio de personas que nos sentimos más descansados si dormimos entre 7 y 8 horas, y llevas un tiempo durmiendo menos, tu cuerpo no se va a recuperar con unos cuantos días, el proceso de "agotamiento" requiere sobre todo de un nuevo hábito dormir más acostándote más temprano, teniendo un sueño reparador, comiendo mejor, agregando más actividades que te hagan sentir satisfech@ y más content@).

Por lo general, cuando podemos dormir más lo hacemos, igualmente pasa con la comida, la gente tiene ese efecto de "rebote" porque no ha modificado el hábito y creado una rutina de comer más saludable con porciones más pequeñas pero más frecuentes, podemos estar acostumbrados a comer muchas grasas, carbohidratos o harinas, entonces después de la dieta volvemos a comer como antes (la rutina normal) y resulta que engordamos incluso más, ya que el cuerpo estuvo privado de la cantidad usual de alimento y creó un estado de alarma que le indica "guarda todo lo que puedas porque no sabemos cuándo vuelva a llegar la comida", por lo que acumulas más...entonces concluyes que la dieta no funcionó. Lo que hay que hacer es modificar cantidades y tipos de alimentos y volver una rutina agradable el comer sano dándonos gusto una que otra vez, a la semana, comiendo el postre favorito...eso es la modificación del hábito.

¿Por qué nos cuesta trabajo modificar esto? El cerebro trabaja con una "política" de ahorro de energía, por eso adora las rutinas, consume menos de ella cuando el hábito ha quedado instaurado en nosotros…cuando es necesario promover en nosotros un cambio requiere de más energía psíquica y mental de la que ya veníamos utilizando, por eso cuesta trabajo.

En vacaciones modificamos todo, lo cual hace que nuestro cerebro trabaje de más y aunque dormimos más nos sentimos igual. Bajo esta idea de ahorro de energía lo que conviene no es soltar todas nuestras rutinas sino flexibilizarlas, por ejemplo, tal vez me levanto todos los días a las 6 am y cuando son vacaciones (o fines de semana) me levanto a las 11, esto le implica al cerebro el cambio de "chip" por eso te sientes igualmente cansad@)... ¿qué te parece si en vez de dar ese salto entre horas pruebas mantener un horario de mañana, levantarte a las 8:30 am? Te aseguro que por difícil que suene, te sentirás mejor que si duermes de más y despiertas sintiéndote más cansado y a veces con dolor de cabeza.

Lo mismo sucede al desvelarte de más, en vacaciones nos "damos permiso" de quedarnos viendo una película hasta tarde, usar más el internet (que es otro graaaan tema dentro de las razones por las que no descansamos suficiente), etc. Quedarnos despiertos un par de horas más ya modifica la rutina, tenemos menos horas de "noche" para dormir y las queremos recuperar en la mañana y resulta que no es lo mismo.

Durante la noche el cerebro segrega ciertas sustancias que ponen a dormir tu cuerpo (melatonina), lo mismo sucede en la mañana, con la luz del día y gracias a los ciclos de sueño-vigilia, tu cerebro después de cierto tiempo de descanso segrega sustancias para despertar. Por todo esto es realmente valioso mantener una rutina de despertar y dormir. Por supuesto la alimentación también es importante, recuerda que es tu combustible del día por lo que si te despiertas a las 11, desayunas a las 12 am y vuelves a comer hasta las 4 o 5 pm, tu cuerpo pasa una gran cantidad de tiempo sin alimento por lo que puedes sentirte cansado aunque creas que estás durmiendo más.

Tenemos que ser conscientes de cómo exactamente funcionan nuestros hábitos y así sustituirlos por una nueva rutina más constructiva y que nos genere mayor bienestar. Si estás interesad@ en modificar algún hábito escríbeme para valorar si necesitas un entrenamiento en terapia o sólo requieres una asesoría que te ayude a ver resultados más duraderos.

¡Buen miércoles y felices vacaciones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por contactarnos, danos oportunidad de leer tu mensaje y asegúrate de dejarnos tu mail para ponernos en comunicación.