La mayoría de las personas hemos mentido en
alguna ocasión. Existen infinidad de razones del por qué se miente, puede ser
para evitar castigos, evitar el rechazo de alguien, para lograr ser parte de un
grupo y la aceptación de los demás o para ocultar algún hecho que creemos que
ha estado “mal”.
Mentir, por definición está asociado al engaño.
Sin embargo no es el único fin, es cierto que hay personas que mienten para
desquitarse y lastiman a alguien, pero muchas otras personas mienten u ocultan
la verdad para evitar lastimar a los demás, sin fines de dañar o estafar, son las
famosas mentiras piadosas que tanto escuchamos decir que son para “evitar” un
mal mayor.
Muchas veces se esconde la verdad
para esquivar conflictos, pero también la mentira se ha vuelto algo cotidiano,
por ejemplo, se miente para justificar llegar tarde al trabajo o para “tapar”
que no hemos ido a la escuela. El problema es que para algunos se puede volver una
forma de funcionar y relacionarse con los demás... ¿dices muchas mentiras piadosas? ¿qué es lo que estás evitando?
Mentir tiene consecuencias
siempre, siguiendo el ejemplo del papá que no quiere contestar, NO RESUELVE el problema, tarde o temprano tendrá que tomar la llamada y enfrentar eso que le desagrada; evitar sólo mantiene la situación además de que tendrá que mentir más para tapar esa mentira, por ejemplo "no te tomé la llamada porque mi esposa estaba enferma". Para ti mentir ¿se justifica? aquí entra la parte de tus creencias, en TRE mentir es una forma de evitar responsabilizarte de ti y tus actos por lo que resulta irracional, a largo plazo te aleja del bienestar aunque de momento te ayude a "librarte" de un problema.
El gran peligro de empezar una mentira es que poco a poco caemos en contradicciones. Cuando vivimos alguna
situación, nuestro cerebro registra el hecho de forma diferente que cuando
inventamos una situación. La memoria de la “fantasía” es de corto plazo,
mientras que las vivencias acumulan recuerdos más sólidos y duraderos. Por eso
cuando mentimos es fácil que se "olviden" los detalles de alguna
circunstancia y falle cuando nos vuelven a preguntar acerca de ello. OJO no
siempre alguien a quien se le pregunta algo y no recuerda nos ha mentido, puede
ser que tenga mala memoria de corto plazo.
Detectar que alguien nos miente
es algo muy pero muy difícil, no te dejes engañar por esos artículos atrasados
acerca de “no mirar a los ojos”, “cruzar los brazos”, etc. Si bien, el lenguaje
no verbal sí puede llegar a revelar que alguien miente, es más complicado que eso, se trata de analizar una combinación de
señales, algunas en efecto son la falta de contacto visual y el nerviosismo
(sudor, aumento de temperatura, movimientos constantes tipo “tamborileo” por
ejemplo), pero también hay que poner atención a lo que se nos dice y realizar
preguntas bien pensadas que busquen la contradicción. Hay personas tan
habituadas a mentir que incluso se creen sus mentiras, éstas son muy difíciles
de detectar por cualquiera, así sea el mejor interrogador.
También hay que considerar que puede ser que no nos estén
mintiendo pero que tampoco nos están diciendo toda la verdad. Aquí
es importante no clavarse en el “por qué” nos mintieron, normalmente eso lleva a
respuesta devaluadoras, es más importante el “PARA QUÉ” de la mentira ¿qué
beneficio o perjuicio trae? Esto facilita evaluar las consecuencias y expresar
con toda claridad por qué nos está afectando esta conducta.
A quienes estamos padeciendo la
mentira, el que nos afecte o no, depende de muchos factores:
- Quién es la persona que nos mintió
- La importancia del tema en el que se mintió, no es lo mismo cachar una mentira acerca de una infidelidad que el haber o no lavado los platos.
- La intencionalidad que hubo en el acto de mentir, es decir ¿estaban buscando engañarnos o fue por ignorancia? ¿Lo hicieron para lastimarnos?
- Las consecuencias a las que lleva la mentira… ¿podré volverá confiar?
- Etc.
El problema es que la mentira
puede llegar a afianzarse como un estilo personal contrario a la actitud
responsable de hacerse cargo de las mentiras que uno va sembrando. Además, la
mentira podría acabar generando más problemas que los que pretendía arreglar o
evitar en un inicio.
El mentir constantemente, en
algunos casos, trae consigo un sentimiento de culpa o la inquietud de que
seremos descubiertos. El mensaje que nos lanza este sentimiento es el de “hice
algo mal” y redimensiona el problema, es decir, si era un problema trivial, al
ocultarlo lo hacemos enorme. Si aprendemos a enfrentar los problemas y las
mentiras que hemos dicho, el círculo de culpa y ansiedad se rompe…habrá
consecuencias probablemente, a nadie le gusta saber que ha sido engañado con mentiras,
pero esto es parte de la vida y de
reconocer que nos equivocamos y no hicimos algo de la mejor manera, pero eso NO ES EL FIN DEL MUNDO, por desagradable que sea ese momento, simplemente pasará.
Detrás de una persona que miente constantemente
hay poca asertividad, falta de empatía y baja autoestima, se tiende a mentir
para evitar ser juzgado por los demás y para no afrontar situaciones
delicadas; pero incluso la verdad más dolorosa PUEDE decirse si se dice de una
manera adecuada, puede ser que lastimemos a otra persona con la verdad pero no
tendremos que pasarnos al vida mintiendo para ocultarlo. Una mentira requerirá
de más mentiras para mantener oculto lo que no estamos afrontando.
Si sientes que mientes para
evitar consecuencias, la asertividad es una excelente técnica para
resolver esto. Una mentira requiere energía ¿no te gustaría usarla para otra
cosa que te guste hacer? Usa tu creatividad a tu favor, no en tu contra. Si tienes dudas o inquietudes
acerca de esto y cualquier otro tema, escríbeme, toda pregunta será contestada
por este medio o por mail si quieres hacerlo en una forma más privada consultas@pensarterapia.com o pensarterapia@gmail.com
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