Una de
las grandes dudas de mucha gente que consulta un psicólogo es si la terapia
funcionará, por ello es muy importante elegir adecuadamente al profesional que
nos ayudará. En psicología existen diferentes escuelas, algunas científicas y
otras no, hay personas que están aplicando “tratamientos” que no están
reconocidos por ninguna universidad o no son realmente psicólogos, todo esto
impacta en tu proceso de terapia.
Algunas
claves útiles en la búsqueda de un psicólogo son:
1. ¿Es realmente un psicólogo?
No todo el mundo que abre una consulta tiene un
título oficial de psicología, como tal no existe la profesión de
“psicoterapeuta” por lo que al buscar un profesional es importante ver qué
Licenciatura y especialidad tiene, pero cuidado, esto no siempre garantiza que
la persona tenga la HABILIDAD por lo que el título sólo nos asegura que tiene
la titulación necesaria y que debería apegarse a un Código de Ética del
psicólogo (un conjunto de normas de ética profesional, como el “secreto
profesional” pero hay muchas más normas).
2.
Infórmate bien sobre el tipo de terapia que realiza o su especialidad: Esto es si
tiene formación o experiencia tratando nuestro problema. En psicología hay
varias especialidades: Psicología Educativa (problemas de aprendizaje y
escolares), Neuropsicología (problemas orgánicos), Psicología Familiar y de
Pareja, Psicología Conductual (problemas
de comportamiento como la impulsividad, hiperactividad), Psicología Cognitiva
(todo lo relacionado al pensamiento), etc.
3. Comprueba si en las primeras sesiones hay una evaluación, un diagnóstico
y una propuesta tratamiento: Las terapias con evidencia científica comienzan con una evaluación del problema. Una vez realizada la
evaluación, el psicólogo debe darte un diagnóstico del
problema, es decir, de dónde se sospecha que viene el problema. Después debe
comentarte su propuesta de tratamiento. Tienes derecho de
saber qué tipo de terapia va a utilizar.
4. Número, duración y frecuencia de las sesiones. Pregunta cuántas sesiones serán
necesarias aproximadamente. Normalmente, el número de sesiones
necesarias para un tratamiento está entre 12 y 20 sesiones. Si te plantean un
gran número de sesiones o no te dicen un aproximado de cuántas serán, pide explicaciones.
La duración media de una sesión es de 45 a 60 minutos, en
menos de 45 minutos es difícil realizar una terapia en condiciones y más largas
suelen ser cansadas y dejamos de ponerle atención. En la mayoría de los casos,
las sesiones tendrán una frecuencia semanal. En casos
excepcionales, y sólo durante las primeras sesiones, se podrá plantear una
frecuencia de dos sesiones semanales.
5.
Cómo es la relación psicólogo-paciente: La relación terapéutica no
es una amistad, es una relación entre un profesional y una persona que busca
ayuda, así que desconfía de los psicólogos que generan dependencia o relaciones
sentimentales con sus pacientes. Es importante que te sientas a gusto con tu
psicólogo y que confíes en él. A veces, por muchas razones que no
necesariamente tienen que ver con “lo bueno o malo” que es el profesional o la
terapia que realiza, uno no se siente a gusto con ese profesional. Si ese es el
caso, busca a otro, no tengas problema en cambiar de psicólogo, es algo más
habitual de lo que piensas.
Qué NO es un tratamiento psicológico. Los tratamientos psicológicos no consisten
simplemente en hablar sobre lo que a uno le ocurre. El psicólogo debe ir
descubriendo cómo surgen las emociones, los pensamientos y los comportamientos
desagradables y te enseñará nuevas herramientas para afrontarlos y para que
desarrolles tu propia serie de técnicas para ello. Ir a consulta no siempre
implica salir aliviado. A veces hay que enfrentarse a problemas duros para
superarlos. Si tienes dudas sobre el proceso, pregunta siempre al psicólogo por
qué hace lo que hace.
Estas
son sólo algunas claves para elegir a un profesional, además de esta
información acerca de su experiencia es muy importante que sientas que puedes
confiar en él o ella, en medida en que creas que te puede ayudar, te será más
fácil seguir sus indicaciones y platicar con toda confianza qué es lo que está
mejorando y qué no. Una buena comunicación es fundamental. En la Terapia Racional Emotiva nos guiamos por
la aceptación incondicional del paciente y por los principios de la psicología
científica por lo cual puedes tener la confianza de que verás cambios en ti
ismo durante tu proceso terapéutico.
Pregunta,
consulta, escríbeme cualquier duda, recuerda que contestaré a la brevedad,
¿quieres una cita? ¡Adelante, con gusto comenzamos a trabajar en tu bienestar!
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