jueves, 22 de agosto de 2013

LA MOTIVACIÓN PARA EL CAMBIO



Existen algunas veces en que nos sentimos motivados para realizar un cambio en algún aspecto de nuestra vida y hay otras veces en que no somos capaces ni de plantearnos dicho cambio o no sabemos cómo hacerlo. 



Para dar una explicación a por qué nos pasa esto hay muchas teorías de la motivación, en este caso podemos hablar del MODELO TRANSTEÓRICO DE PROCHASKA Y DICLEMENTE.
¿Has pensado “este no es el momento para cambiar” o “no me siento preparado/a para dejar de hacer…”? Bien, este modelo trata justamente sobre esto y  nos muestra varios “estados” en los que nos encontramos y que influyen en el lograr o no nuestro objetivo de cambio, ya que las personas  nos preparamos para esto dependiendo de ciertos momentos y condiciones que afectan el deseo de cambiar realmente nuestra conducta.

He aquí las fases, si te has planteado un cambio sería bueno que ubicaras en cuál de ellas te encuentras:

1ª Fase: Precontemplación, en la que no tenemos intención de cambiar a corto plazo (en los próximos 6 meses por lo menos). De repente pensamos en que sería bueno modificar algo de nuestras vidas pero no lo tomamos tan en serio; otras veces ni siquiera nos lo hemos planteado cuando estamos en esta etapa.

 Fase: Contemplación. Todavía no nos planteamos un cambio o qué hacer como tal, pero ya estamos empezando a abrirle la puerta a la posibilidad pues pensamos (por momentos) que puede ser que exista un problema. Pasan por nuestras cabezas ideas como “creo que sería bueno que fumara menos” o “ya no me siento contento/a en esta situación, tengo que hacer “algo”. Es una fase de mucha ambivalencia ya que aunque pasa por nuestra cabeza el cambio, no estamos dispuestos a hacer algo al respecto aún. Es importante que aclares muy bien los objetivos que tiene el cambio y sobre todo qué beneficios te traerá, ya que de otra manera, no darás el paso a la acción.

3ª Fase: Preparación. También se le llama determinación o toma de decisiones. Comienzas a decidirte ya más en serio y realizas ciertas acciones para llevarlo a cabo, preparas el terreno: preguntas a tus amigos y conocidos si pueden ayudarte, manifiestas tu preocupación; es la fase en la que revisas las opciones (aunque puede pasar que aún no realices los esfuerzos).   Planeas algunas cosas. Puede ser común que las personas nos atoremos en esto, planeamos y planeamos pero no llevamos a cabo la acción.

4ª Fase: Acción. Es la etapa en la que ahora sí, hacemos cosas y se pueden apreciar cambios más visibles para modificar el comportamiento, por lo que requiere una gran cantidad de esfuerzos. No se considera acción=cambio, tampoco es correcto pensar que esta fase nada más trata de hacer una vez el esfuerzo y lograrlo, se trata de lograr un tiempo (unos 3 a 6 meses) realizando la conducta de manera repetitiva. Por ejemplo, un fumador que esta semana no ha fumado, está en camino de llegar a esta fase; una persona que lleva meses haciendo ejercicio porque tiene un claro objetivo (en pro de su salud) ya está en esta fase. Sin embargo en esta fase puede pasar que nos gane la frustración y como el cambio no se ha consolidado, recaemos. Sin embargo es un excelente avance y es momento de aplaudir todo el camino recorrido para motivarnos a llegar a la siguiente fase.

5ª Fase: Mantenimiento, en esta fase ya somos capaces de mantenernos alejados/as del comportamiento que queremos cambiar, estamos comprometidos con nuestro objetivo de manera firme y deseamos un nuevo estilo de vida que nos trae bienestar. Se considera que llegamos a esta fase cuando tenemos 6 meses sin presentar la conducta que era un problema para nosotros.  

El cambio no acaba aquí en la fase de mantenimiento, a partir de este momento conlleva el uso de estrategias para mantenerte SIN SUFRIRLO, eres capaz de identificar situaciones de riesgo y prevenir recaídas.

El grado de éxito alcanzado depende de la fase en la que estamos. Así, en el estadio de precontemplación existe un 20% de posibilidades de lograr nuestro objetivo, en el estadio de contemplación un 45% y en el estadio de preparación un 70%, cada fase que superamos representa un 25% más de probabilidad de seguir adelante. Es un refuerzo en sí mismo, ya que estás trabajando por ti y para tu bienestar.

  Ten en cuenta que muchos cambios no se dan de la noche a la mañana, requieren un trabajo profundo, tener clarísimo el objetivo el para qué lo estás haciendo, ya que esto te permitirá evitar tentaciones y seguir firme en tu decisión. Recuérdate cosas positivas y logros, no recuerdes ni te escudes en las veces que no has logrado cambiar. El cambio es posible en nuestras vidas ¡ánimo! ¿Necesitas ayuda? Contáctame…la primer consulta es completamente gratis, si quieres continuar en pro de tu bienestar es tu decisión :)

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