martes, 26 de noviembre de 2013

¡¡AUXILIO!! NO ME PUEDO CONCENTRAR



Se acerca rápidamente la temporada de exámenes, pendientes y cierre de año, sea lo que sea que hagas en tu vida diaria, puede ser que hayas sentido alguna vez que no hay manera de concentrarte, eliges un momento, pones toda tu fuerza de voluntad y aún así... ¡no avanzas! No desesperes, hay mucho que puedes hacer para avanzar... lo importante es empezar a definirte, puede que sientas que perderás más tiempo haciendo esto pero no es así, además ¿no crees que ya has perdido mucho tiempo aún sin hacerlo? Si no lo intentas no sabrás si funciona, así que en este momento saca una hoja de papel y algo con qué escribir y empieza a poner orden.  Esto y cada cosa que escribas te será de mucha utilidad:


1. El “QUÉ”
En primer lugar, define muy claro tus objetivos a alcanzar... por ejemplo, terminar de leer un capítulo, hacer los 5 ejercicios de mate; hacer 5 llamadas de una lista de 300 contactos, NO escribas cosas vagas: “terminar el trabajo”, “terminar los pendientes” o “terminar la tarea” estas son tus metas, no objetivos, lo que hay qué hacer es escribir en una lista QUÉ es lo que hay que hacer para lograr esa meta, de preferencia de lo más urgente o importante a lo que menos te afectará si no alcanzas a hacerlo.

2. El “DÓNDE” y el “CUÁNDO”
El lugar apropiado para estudiar definitivamente no es el sitio más ruidoso o el más oscuro. Seguro que has oído mucho sobre esto así que resumiendo: que sea un lugar donde te sientas cómodo pero no te quedes dormido (la cama es para dormir, no para estudiar), si hay ruido has conciencia de este, es decir ponles atención unos minutos para que te vayas acostumbrando a él; tu lugar es mejor si está bien ventilado, si te encierras literalmente puede ser que falte el aire y empieces a cabecear, es necesario que tanto la ventilación como la temperatura las sientas cómodas pero que no sea NADA que asocies con dormir, no se vale taparte con una cobijita que usas en tu cama ni ponerte la pijama, siéntete cómodo pero date la instrucción de que no es hora de dormir sino de hacer cosas.

El horario de estudio: No es muy buena idea estudiar cuando estás cansado ya sea por desmañanarte o por desvelarte, si son tus únicas opciones trata de tomar una pequeña siesta antes. Procura que haya pasado mínimo una hora después de haber comido (sobre todo si fue una comida abundante) y YA NO COMAS NI PIQUES piensa que esto, aunque parece que te ayuda a concentrarte, es una tarea más a realizar y es mejor ahorrar energía para mantenerte concentrado. Mejor úsalo como premio durante tu descanso.

El descanso dentro del horario de estudio: Lo ideal es buscar enfocarte en la tarea de 30 a 45 minutos máximo, este es el periodo de atención ideal, puede ser que para algunos sea mucho tiempo, intenta acercarte a este tiempo largo de concentración poco a poco, primero 15 minutos, luego 20, hasta que llegues a los 45. Por el contrario otras personas piensan que ya que se concentraron es peor parar porque “quien sabe” si puedan volver a lograrlo. A la larga sale peor este remedio de no parar, pues tu cerebro está cansado y comienza a tener fallas para guardar los datos en tu memoria. Procura, aunque sea, descansar unos minutos pero NO acostarte o dormir, descansar significa hacer una cosa completamente distinta a la fase de concentración, levántate por un vaso de agua, ve al baño, mira por la ventana sin pensar en lo que estas estudiando o haciendo, come tu premio, en fin, que sea algo para lo que no tengas que pensar.

Cuando realmente NO ESTÉS LOGRANDO CONCENTRARTE, deja de estudiar o de hacer lo que estás intentando hacer.  Repasa tus objetivos ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Para qué estás estudiando o haciendo ESO? Por unos minutos haz otra actividad completamente diferente como caminar, estirarte, aflojar los hombros, etc., por unos 5 minutos MAXIMO.  Después, inténtalo de nuevo, acuérdate que no todo nos sale a la primera y muchas veces el esfuerzo en realidad es intentarlo una y otra vez, no te frustres, esto es como una montaña que vas subiendo, al principio es muy pesado pero en cuanto defines el camino y tomas un ritmo se hace más fácil. Inténtalo.

La concentración es una habilidad que SE VA ADQUIRIENDO, nadie nace “concentrado”, en realidad llevamos a cabo varias estrategias para lograrlo, poner música ayuda a aislar el ruido, respirar tranquiliza, hablar en voz alta ayuda a no quedarse dormido, comer una manzana o fruta nos da la azúcar necesaria para despertar, estudiar en grupo puede ser divertido siempre y cuando logren avanzar, etc.  

¿Sufres indecisión al momento de empezar a estudiar?
Puede pasar que pierdas tiempo en animarte a empezar a estudiar. Recuerda que no hay “un momento PERFECTO” para estudiar o hacer pendientes, tú construyes el momento en el instante que te DECIDAS a hacerlo. Deja de pelearte con el por qué hay que hacerlo y pon manos a la obra. Ocupa la energía que estás gastando en imaginarte cómo escapar de tus pendientes y mejor sácatelos de encima.
Define un momento en tu día en el que dedicarás todos tus esfuerzos en terminar el pendiente; cuando llegue ese momento no empieces con ¿lo haré hoy? ¿lo haré mañana? ¿haré aquello? ¿estudiaré esta materia? ¿o mejor, estudiaré esta otra? ¿empezaré por esta actividad  o esta otra? Estos pensamientos además de producir cansancio causan conflictos innecesarios y son preguntas que se repiten una y otra vez... y mientras tanto se pasa el tiempo.¿Ves por qué es importante tener tu lista de pendientes a la mano? Ya no necesitarás brincar de una cosa a otra preocupándote por no avanzar, tendrás clarísimo qué hay que hacer primero.

Sea el que sea tu pendiente es una elección y la elección es tuya, hay ventajas de llevarlo a cabo y desventajas de no hacerlo. Empieza por aquellas cosas que si no haces tiene mayores consecuencias, haz tu jerarquía y haz lo que haya que hacer. Ayúdate a eliminar el tiempo que se pierde en animarse a empezar. Una vez que sabes con certeza lo que hay qué hacer, pude hacerse de inmediato.

¿Tu cabeza no te deja concentrarte?
La concentración es estar enfocado en una sola cosa. Si una gran cantidad de pensamientos pasan por tu cabeza y tú le haces caso a todo lo que se te ocurre, por ejemplo, de repente te acuerdas que tenías que ponerle agua a las plantas y te paras a ver si cada planta tiene o no agua, o recuerdas que le prestaste un libro a alguien y lo vas a necesitar y te empiezas a preocupar...te desenfocas, y adiós concentración. 
Mantente en calma,  respira profundo y tomas las riendas de tus pensamientos. En vez de seguir con la preocupación, cada vez que surja una de estas ideas que te interrumpen repítete “ahorita estoy haciendo esto que es MÁS importante, cuando termine haré ese otro pendiente”, anótalo en tu lista y sigue en lo tuyo. No lo dejes a tu memoria pues puede que lo olvides (y podría ser importante). Aguanta un poco la sensación de urgencia de hacer todo al mismo tiempo. 

A veces concentrarse tiene más que ver con ordenarte que con voluntad, si no sabes qué hacer le dedicas tiempo a lo menos importante o avanzas poco en cada cosa sintiendo que no acabaste nada. ORDÉNATE y verás cómo cada paso va siendo más claro. Una vez que termines ESE pendiente no pienses en todo lo que falta por hacer, prémiate y siente la satisfacción de sacarte una más de tu lista de cosas por hacer. Habrá cosas que no termines (eres humano y el día sólo tiene 24 horas), y tendrás que aprender a ir previniéndote, si ya sabes que es fin de año en la escuela pide a tus maestros que te digan cómo calificarán o checa si habra trabajos finales, si estás en el trabajo haz lo mismo, tienes derecho a saber qué pendientes habrá. Probablemente salgan imprevistos así que ya sabes, mételos en la lista y checa qué consecuencias habrá (positivas y negativas) y dale orden a tu día. Y citando a Gaturro...



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