La nicotina es una droga con características especiales: es la más
consumida después del café, su poder
adictivo es enorme, por eso muchos fumadores que quieren dejar de fumar
fracasan una y otra vez. La fuerza de la dependencia de la nicotina producida
por el consumo de cigarrillos se debe a varios factores:
1) la nicotina produce múltiples
efectos de reforzamiento positivo (ej., mejorar la concentración, el estado
de ánimo, disminuye la ira y a veces mantiene el peso corporal cuando sustituye
la comida);
2) después de una inhalación la nicotina tarda menos de 10 segundos en llegar al cerebro, produciéndose un
efecto de la sustancia casi instantáneo a su ingestión;
3) el fumador puede modular,
por la forma en que fuma el cigarrillo, la dosis
de nicotina que necesita;
4) la conducta de fumar se va
asociando con ciertas situaciones, por ejemplo, sólo fumo cuando bebo, se
me antoja un cigarro cuando está lloviendo, etc.
¿Has decidido dejar de fumar? Esto te puede ayudar:
En Terapia Racional Emotiva (TRE) comenzamos por definir objetivos:
Objetivo 1: Conocer tu hábito de consumo de cigarro. La mejor forma es registrar
tu consumo diario, esto significa anotar cada cigarrillo consumido de manera
que, al final del día, puedas tener una visión clara y exacta de cuál ha sido
tu consumo, en qué horas has fumado más, etc. ¿En qué ayuda? Te hace ver a qué
cantidad te refieres y cuánto estás dispuesto a irla reduciendo.
Antes de comenzar a reducir el número de cigarrillos que fumas, es importante
que pienses en las razones personales
que tienes para dejar de fumar. Existen muchas razones para dejarlo. Pueden
ser físicas, personales o familiares. Cualquier
razón es válida si es importante para ti. No deseches ninguna razón.
Cuantas más razones encuentres, mejor.
Tendrás que reducir poco a poco tu consumo en función del número de
cigarros que fumas, por ejemplo, si fumabas 20 cigarros al día, durante esta
semana no debes fumar más de 15.
Tendrás que aprender a distribuírtelos a lo largo del día como quieras. Si algún día fumas más de los 15
cigarrillos establecidos, por ejemplo 18, debes
compensarlo fumando otro día de la semana 3 menos (que es el número de cigarrillos
que fumaste de más). La tarea será cada semana ir bajando la cantidad hasta
llegar a cero si así te lo propones.
Objetivo 2: Comprender
la razón por la que fumas cada cigarro y poner en marcha conductas alternativas; significa conocer la razón o razones por las que fumas. Seguramente
pienses que en tu caso fumas porque quieres hacerlo, sin embargo, no es la
única razón. Existen muchos motivos y es probable que cada uno de los cigarros que
fumas al día tenga una función diferente. La razón por la que fumas el primero
de la mañana es diferente a la razón por la que fumas para acompañar al café
después de comer.
Algunas razones son:
- Por rutina: fumar de forma automática (al mismo tiempo que conduces, hablas por teléfono, etc.).
- Como premio: cuando has logrado algo o después de haber realizado un gran esfuerzo.
- Para afrontar el estrés: el tabaco produce efectos fisiológicos que son interpretados como relajantes y produce la sensación de que está disminuyendo la emoción negativa.
- Por aburrimiento: el cigarro que fumas cuando no tienes nada que hacer o mientras esperas.
Etc.
Como puedes observar, el tabaco cumple un fin según la situación en la
que te encuentres. La idea es eliminar el tabaco para sustituirlo por otra
cosa, más sana y que te haga sentir física
y mentalmente bien.
Hay que encontrar conductas alternativas que cumplan la misma función
que estaba cumpliendo el cigarro. Por ejemplo si fumas cuando estás nervioso o
preocupado lo mejor sería aprender a relajarte en ese momento y entender qué es
lo que está provocando esa emoción, así no te verás en la necesidad de fumar
cuando te vuelva a pasar… ¿qué harás cuando se presente esa situación y no
puedas fumar porque estás en un sitio donde se prohíbe? Probablemente tengas
que aguantarte las ganas y afrontar la situación sufriendo…pero hay una manera
mejor de sobrellevar esos momentos y es no estar atado a ninguna sustancia.
La Terapia Racional Emotiva tiene una fuerte parte conductual donde
aprendes a manejar hábitos y los sustituyes por aquellas actividades que te
generan bienestar a largo plazo. Para
dejar de fumar hace falta querer pero también saber cómo hacerlo y aprender en
el proceso, no sufrirlo.
Si te lo cuestionas,
te darás cuenta de que NO NECESITAS
realmente ese cigarro, lo deseas, pero hay otra alternativa.
¡Qué tengas un
excelente viernes festejando el Día Mundial SIN tabaco!
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